Con esta debo hacer la misma advertencia que en la entrada anterior: es difícil. Veamos si logro explicarme a fuerza de palabras, visto que esta vez no puedo echar mano de imagen alguna.
En italiano existe el verbo ODORARE, cuya traducción y uso vendrían a ser los mismos que el verbo OLER en español.
Así como en nuestro idioma alguien puede oler mal, en italiano puede odorare di cattivo.
Sólo que por alguna extraña razón, los italianos al hablar, no usan casi nunca este verbo. En su lugar, usan uno que en su idioma, es un sinónimo: SAPERE. De esta manera ese alguien que olía mal unos renglones allá arriba, de odorare di cattivo pasa a sapere di cattivo.
Eso en italiano.
Porque en español, a la hora de percibir olores, lo que hacemos es OLER. No SABER. Saber es una acción para cuya realización, ni usted ni nadie debe usar su sentido del olfato.
Un jabón puede oler a limpio, nunca SABER DE LIMPIO.
Un perfume puede oler a vainilla, nunca SABER DE VAINILLA.
Sus libros pueden oler a tinta, nunca SABER DE TINTA.
Digo, eso dando por sentado que usted tiene libros.
Porque los tiene.
Y los lee.
¿Verdad?